Si bien, todo empleado trabaja por un sueldo, el peor error que puede cometer una pequeña o mediana empresa es pensar que la única motivación que rige al trabajador es el dinero. Incluso, a la hora de pensar en un medio para motivar a los empleados y obtener mejores rendimientos, quizá no sea el dinero la mejor de las opciones.
Y es que la motivación obedece más a un componente psicológico que económico. Quizá la sana competencia, la aceptación y reconocimiento de los logros, las relaciones personales entre superiores y dependientes, la delegación de autoridad y responsabilidad y la confianza, sean mejores mecanismos de motivación, cuando se aplican de manera correcta, que el propio incentivo económico.
En esos términos si se debe motivar al empleado!